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Enfermedades

Macroaneurismas Retinianos


Los macroaneurismas retinianos (M.A.) son dilataciones focales de las arteriolas de la retina. Estas lesiones pueden provocar alteraciones como exudados, edema, y hemorragia, que pueden afectar la función visual. Los macroaneurismas son lesiones generalmente unilaterales (más del 90% de los casos), se presentan en pacientes mayores de 50 años (edad media, 65 años) y son más frecuentes en las mujeres. Más de la mitad de los pacientes tienen hipertensión arterial sistémica descompensada y/o esclerosis vascular, asociándose con frecuencia a antecedentes de infarto de miocardio, accidente cerebro-vascular, oclusiones arteriales periféricas y diabetes sin retinopatía. Por lo tanto, el descubrimiento de un M.A. obligará al oftalmólogo a investigar al paciente y descartar hipertensión arterial u otras vasculopatías asociadas. Existe elevada mortalidad en los cinco años siguientes a su diagnóstico.

Los M.A. se desarrollan especialmente en las bifurcaciones, donde ocasionalmente ser observan placas ateromatosas, y se localizan frecuentemente en la retina temporal superior

Su descubrimiento puede ser casual en un examen de rutina o por disminución de la visión. Esta puede ser por descompensación aguda o crónica.

La descompensación aguda se produce por hemorragia subretiniana, intraretiniana, pre-retiniana, e incluso vítrea. El sangrado es más frecuente en las lesiones en forma sacular. Las hemorragias intraretinianas y pre-retinianas desaparecen en algunas semanas y no suelen producir complicaciones visuales. Por el contrario, las subretinianas se reabsorben dejando defectos del epitelio pigmentario con alteraciones visuales.

La descompensación crónica es consecuencia del paso de material plasmático por sus paredes. Frecuentemente se observan exudados duros alrededor de la mácula que es la complicación más frecuente de los M.A. fusiformes, que se producen en arteriolas pequeñas.

La fluorangiografía es el método de diagnóstico fundamental. En la fase arterial se observará el llenado del M.A. con hiperfluorescencia (imagen en bombilla eléctrica), lo que diferencia la forma sacular de la fusiforme. Los puntos hipofluorescentes son interpretados como trombosis dentro del mismo macroaneurisma. En los tiempos tardíos, si existe descompensación de la pared, el contraste pasará al espacio retiniano.

Muchas de estas lesiones se resuelven espontáneamente y el tratamiento sólo está indicado en pacientes con complicaciones. Los que no producen complicaciones no deben tratarse y se realizarán controles cada 4-6 meses. Las indicaciones de tratamiento incluyen edema o exudación que afecte a la mácula, presencia de hemorragias de repetición que producen lesiones subretinianas dañinas para la visión y lesiones pulsátiles por su mayor posibilidad de ruptura.

Las hemorragias continuas y, sobre todo, las subretinianas, son indicación para fotocoagulación con láser con un tamaño grande (200 a 500 micrones) que abarque toda la lesión. La intensidad de 100 a 200 miliwatts para empezar y el tiempo debe ser prolongado (0.5 segundos). El propósito del tratamiento no es coagular la lesión sino esclerosar sus paredes, sin que el flujo sanguíneo se interrumpa.