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Enfermedades

Tumores Intraoculares


Los tumores oculares más frecuentes son: el melanoma coroideo y el retinoblastoma.  El primero se manifiesta en adultos y el otro en los niños.

El melanoma coroideo puede inicialmente aparecer como un lunar (nevus) pigmentado debajo de la retina y crecer de tal forma que eventualmente produzca metástasis a otros órganos, causando la muerte. Debido a que el tumor ocurre dentro del ojo y por lo tanto no es visible, los pacientes no reconocen su presencia hasta que su crecimiento obstruya la visión, desprenda la retina, produzca sangrado, u otras complicaciones.

Las opciones de tratamiento incluyen:  el rayo láser, radiación o remoción del ojo (enucleación).  La técnica adecuada depende de varios factores, incluyendo el tamaño del tumor, la edad de la persona, la condición del ojo opuesto y por supuesto, los deseos del paciente.  A pesar de la agresividad de estos tumores, si se diagnostican y son tratados a tiempo, más del 75% de los pacientes sobreviven cinco años.

El retinoblastoma es un tumor muy raro y genéticamente heredado que ocurre en los niños pequeños, observándose con más frecuencia entre el segundo y tercer año de vida.

Estos pacientitos presentan un reflejo pupilar blanquecino que se conoce con el nombre de leucocoria

Es muy importante reconocer este tumor a una edad temprana ya que de esto depende la vida del niño. Si el diagnóstico se hace a tiempo el 95% de los pacientes sobreviven. Las opciones de tratamiento incluyen radiación, quimioterapia y remoción (enucleación ) del globo ocular.

El hemangioma coroideo es un tumor benigno que a veces no necesita tratamiento, sin embargo, si al crecer envuelve el centro de la visión, la terapia será necesaria.

Los tumores metastáticos (cáncer que se origina en otros órganos del cuerpo) que afectan al ojo provienen de la próstata, las mamas, pulmones o la médula espinal (leucemia). Típicamente estos tumores primarios ya han sido diagnosticados antes de manifestarse en los ojos. Los tumores metastáticos son usualmente tratados con quimioterapia, lo cual también ayuda a controlar el cáncer primario.