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Procedimientos

Fotocoagulación con rayos láser


El tratamiento generalmente se lleva a cabo en el consultorio y usualmente no requiere de anestesia más que gotas en los ojos. El procedimiento toma de unos minutos hasta media hora. La mayoría de los pacientes no requieren parche ni medicinas y pueden resumir sus actividades cotidianas al pasar el efecto de las gotas de dilatación y el encandilamiento. También puede aplicarse laser con el oftalmoscopio indirecto a través de una lente aérea o en cirugía con una sonda de endofotocoagulación.

Existen diferentes modalidades de tratamiento según sea la enfermedad y así tenemos:

Láser focal

En enfermedades como la retinopatía diabética y la oclusión de la vena central de la retina se afectan los vasos sanguíneos de la mácula, frecuentemente requieren de este procedimiento. El láser disminuye la fuga de líquido que proviene de los vasos dañados por la enfermedad, preservando o mejorando la función visual. El procedimiento es indoloro y toma sólo unos minutos.

Láser panretinal (panfotocoagulación)

Cuando en la retina crecen vasos anormales (neovascularización), debido a enfermedades como la retinopatía diabética proliferativa o la oclusión de la vena central de la retina para mencionar algunas, el láser se aplica de una forma generalizada en áreas extensas de la retina periférica. En estas áreas la circulación sanguínea es pobre y son las responsables de producir sustancias que estimulan el crecimiento de nuevos vasos anormales. Si no recibe tratamiento, eventualmente la neovascularización producirá sangrado en el ojo (hemorragia vítrea), desprendimiento de retina por tracción y/o glaucoma neovascular. Después de la aplicación del láser, los vasos sanguíneos tienden a estabilizarse o involucionar y desaparecer. Ya que el tratamiento afecta la función de la retina periférica, algunos pacientes notarán disminución de la visión lateral y nocturna. A veces el tamaño de la pupila y la visión central también pueden afectarse.

Láser para Neovascularización Coroidea

Membranas de vasos sanguíneos anormales (neovascularización) pueden crecer debajo de la retina en procesos como la degeneración macular y otras enfermedades. Existen dos modalidades para tratar estas membranas:

Láser térmico convencional (láser caliente)
Este rayo de luz intensa coagula los vasos de la membrana neovascular produciendo una pequeña quemadura en la retina, sin embargo, el procedimiento es indoloro y sólo toma unos minutos. Desafortunadamente, la visión en las áreas tratadas estará permanentemente afectada y aunque las recurrencias son frecuentes, es el procedimiento de elección en muchos casos.

Terapia Fotodinámica ("TFD" o láser frío)
En este procedimiento se requiere de la inyección de una sustancia fotosensitiva llamada Visudyne que se inyecta en la vena y se activa con la luz. La droga se acumula en las membranas de vasos sanguíneos anormales después de inyectada por un período de 10 minutos en una vena del antebrazo. Seguidamente se aplicará un láser no térmico de baja intensidad por un período de 83 segundos, requeridos para que la droga se active y cierre selectivamente los vasos anormales.

Después del tratamiento los pacientes deben evitar la luz solar y lámparas halógenas por dos o tres días, ya que se pueden desarrollar severas quemaduras si el fármaco esta todavía circulando en el cuerpo. El rayo de luz no afecta significativamente los tejidos normales de la retina. Desafortunadamente, la membrana neovascular tiende a reaparecer o recurrir, por lo que posiblemente habrá que repetir el tratamiento (usualmente cada tres meses) varias veces.

Láser (retinopexia) para desgarros o agujeros

Cuando se presenta un desgarro/agujero o un pequeño desprendimiento de retina, se puede utilizar el láser para prevenir la acumulación de líquido debajo de la misma, ya que casi siempre esto conduce a desprendimiento de retina. El láser se aplica alrededor del defecto y después de unas semanas, el área tratada desarrolla una cicatriz, formándose una fuerte unión entre la retina y los tejidos debajo de ella. A veces esta técnica se usa para sellar áreas débiles de la retina, tal como la degeneración lattice, en los pacientes miópicos y otros, en los que exista un mayor riesgo de desprendimiento retiniano. La retinopexia con láser también se usa en combinación con la cirugía para reparar desprendimientos de retina tales como: la vitrectomía, cerclaje o "buckle" escleral o retinopexia pneumática.